Prologo
The Stone of the Guardians
The Stone of the Guardians
Autor: Neudy
Revisión: Seganiel
Hace incontables siglos, siglos pertenecientes a la época remota, una gran luz de procedencia desconocida apareció en un pequeño pueblo llamado Zerof, también conocido como el “pueblo del olvido”. Sus habitantes, tan pobres que apenas podían mantenerse vivos, catalogaron a la gran luz como una señal de buen augurio y prosperidad, otros la vieron como un fenómeno aleatorio de la naturaleza y algunos como señal de mal augurio… pero para un grupo de cuatro personas, ésta era la señal que habían estado esperando desde hace ya mucho tiempo…
Estos jóvenes, de aproximadamente veinte años de edad, eran los únicos que poseían extraños poderes en todo el pueblo, poderes de los cuales todos estaban maravillados, pues decían “ahí van los defensores del pueblo”, a lo cual era cierto, Zerof no desapareció porque estos jóvenes lo han protegido durante su estancia en aquel poblado; sin embargo ya era hora de partir pues ellos ya sabían el porqué de la aparición de la gran luz, y lo anunciaron por todo el pueblo con una templanza y resolución en sus corazones…
Su mensaje fue: “Escuchen con atención queridos ciudadanos del pueblo del olvido, desde hoy han sido bendecidos por el poder de la luz, nosotros ya debemos partir, pues la gran luz nos ha señalado el camino y debemos seguirlo”. Muchos quedaron perplejos al oír eso y a la vez confundidos por las palabras de los cuatro que por mucho tiempo protegieron el pueblo. La respuesta del pueblo ante tal afirmación: “¿Qué haremos ahora? Ustedes no pueden irse”, la multitud clamaba al unísono por los jóvenes, pero estos cogieron sus armas y caminaron hacia la salida del pueblo, la mayoría de los pueblerinos intentaron detenerlos, fracasando en sus intentos cada uno pues la gran luz resplandecía a su alrededor y nadie podía penetrarla. “No se preocupen, este pueblo ha sido curado”, aquellas fueron las últimas palabras de los jóvenes antes de partir hacia su destino. El día en que los defensores se fueron, ese día, el pueblo lloró con una gran tristeza en sus corazones…
Tristes por la partida de sus salvadores el pueblo comenzó a resignarse, pensaron que ya no había forma alguna de sobrevivir al gran desierto desolado que en ese entonces sus tierras abarcaban, pero por alguna razón sus defensores dijeron “este pueblo ha sido curado” y así fue. A los pocos días el cielo anuncio el comienzo de un nuevo nacimiento, pues en muchos años no había caído ni una sola gota de agua, y en tan solo ese breve lapso de tiempo después de la partida de los jóvenes, llovió como nunca antes; los ríos se llenaron, la flora y la fauna crecieron, y dieron sus frutos, todo estaba cambiando. El pueblo no creía lo que estaba sucediendo y recordaron una vez más las palabras de los jóvenes cuando estos dijeron que el pueblo había sido curado.
Zerof nunca volvió a ser el mismo pedazo de tierra desolado desde aquel entonces. Sin lugar a dudas este reino fue salvado por cuatro jóvenes que llegaron allí por una razón.
Y el tiempo pasó…
Ahora, en el bosque de Magnir, una figura que alumbraba todo el lugar hablaba con los jóvenes defensores; “estoy muy orgulloso de ustedes chicos”, dijo un sujeto vestido con ropajes blancos, aquel ser se trataba ni nada más ni nada menos que de la misma luz que apareció en aquel entonces en Zerof. Una vez más, su voz retumba entre los huecos de aquellos frondosos árboles, “el tiempo de los Neosyx está a punto de empezar, y ustedes son los únicos que pueden encontrar la piedra de la primera estrella… esta travesía la encomiendo a ustedes, hijos míos, impidan el nacimiento de Neosyx y encuentren la estrella, el mundo depende de ustedes”…
Continua con la "Historia", en este enlace
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Última edición por Neudy el Lun Oct 08, 2012 9:16 am, editado 4 veces